6 de febrero
Miércoles IV
Hb 12, 4-7.11-15 Procurad que nadie se quede sin la gracia de Dios
El tesoro de tu gracia, sabiduría y prudencia ha sido un regalo en mi vida. Me llamas a compartir ese regalo con otros, a administrar el don que me has dado. Tu gracia vale más que la vida, te alaban mis labios. Toda mi vida te bendigo y alzo las manos invocándote.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM