2 de marzo
Viernes I semana
Mt 5, 20-26 Por tanto…
…si cuando vas aponer la ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo que tu hermano tiene quejas contar ti, deja tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Y entonces te abrirás a mi en tu hermano, porque te habrás olvidado de tu yo y de los lazos egóticos que te atrapan y te impiden vivir libre.
Ayúdame Señor a saber perdonar y olvidar, saber reconocer mis errores.
A no dar vueltas a las cosas que me hacen daño, para poder abrir mi corazón plenamente a Ti.
Deseo tú perdón
Perdoname, Señor, perdoname porque no soy capaz de olvidar, porque me cuesta perdonar y aún así voy a tu altar sin acordarme del que llora por mi causa.
Voy a tu presencia metida en el egoismo de mi yo. Ayudame a saber dejar allí mi ofrenda para primero ir a secar las lágrimas a mi hermano, a pedirle perdón y a brindarle mi mano. Ya luego podré ir a tu lado sin el peso de la ofensa y el dolor que haya podido producir.