16 de marzo Martes IV cuaresma
Jn 5, 1-3.5-16 ¿Quieres quedar sano?
Es la pregunta que haces, tan directamente, al hombre que lleva treinta y ocho años postrado, junto a la piscina de Betesda. El, como tantas veces yo, no sabe expresar su anhelo de una forma sencilla y directa. Y te responde con las dificultades: no tengo nadie que me meta en la piscina cuando el agua se agita. Sin embargo tú no escuchas, solo ves el interior del deseo: “levántate, toma tu camilla y echa a andar”. Gracias por el don.
Gracias Señor por estar atento a cuantos estamos como el hombre junto a la piscina. No te detienes a mirar nuestro interior, nos interpelas, nos pones los medios para sanar nuestra alma.
¡¡El mundo te necesita Señor, yo también quiero quedar sana de todo aquello que me separa de Ti y mis hermanos!!
Un saludo Josefa