Profeta

31 de enero
Miércoles IV

Mc 6, 1-6 No desprecian a un profeta sino en su tierra, entre sus parientes y en su casa

Tu palabra, una vez más, ilumina lo que podemos vivir, porque nos une a tu experiencia, y en esa propia experiencia renacemos. Cuando somos rechazados, o ignorados, por los más cercanos, sentimos un dolor que nos puede ayudar a desprendernos de nosotros mismos, de nuestro ego dominante, y entrar en la sencillez del pobre de espíritu. Fácil de decir, complicado de vivir. En tus manos estoy.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.