2 de marzo
Miércoles VIII
Salmo 78 Muéstranos, Señor, la luz de tu misericordia
Tu palabra, hoy, está llena de peticiones que pongo en mi boca y quiero que aniden en mi corazón. Tu mismo, Señor, me enseñas a pedir: Sálvanos, Dios del universo; danos tu heredad como antiguamente; ten compasión del pueblo que lleva tu nombre; recompensa a los que esperan en Ti; escucha las súplicas de tus siervos; te daremos gracias siempre, contaremos tus alabanzas de generación en generación.
Escojo una de ellas para que me acompañe durante el día. En oración.
Realmente con una palabra basta, y el Señor es infinitamente misericordioso que nos regala la fortaleza necesaria para vivir en este mundo. Es cierto que el Señor nos mira con misericordia; viéndonos en nuestra miseria, en nuestra debilidad y NOS AMA!!!
Gracias por esta palabra.
Roxana