27 de abril
Miércoles V de Pascua
Jn 15, 1-8 Permaneced en mí y yo en vosotros
Reposando mi cabeza en tu pecho, muerto a todo amor en tu costado, dejo mi ser en ti. Quedo a salvo. El rostro reclinado en tu costado. Cesó todo y dejeme dejando mi cuidado en tu pecho florido. Tú permaneces. En esa confianza vivo, esa es la garantía de mi salvación.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM