18 de julio
Domingo XVI
Gn 18, 1-10 Señor, si he alcanzado tu favor…
..no pases de largo junto a tu siervo. Esta oración de Abraham, y su disposición de acoger al inesperado en su casa, dan como fruto la fecundidad, la fertilidad de Sara. Cada vez que la encuentro la repito y me emociona comprobar que nunca pasas de largo junto a mí, que siempre te detienes y me bendices abundantemente, me de cuenta o no. Gracias, Señor.
Has Señor, que mi corazón esté siempre abierto a la hospitalidad y a la escucha.
Sabiendo que Tú te haces presente haciéndote el encontradizo, sabes de nuestras necesidades y deseos. Permítete verte y ser generosa en mi respuesta.