paz

9 de mayo
Martes V de pascua

Jn 15, 27-31 La paz os dejo, mi paz os doy

Todos los días, en la eucaristía, recordamos estas palabras tuyas y a continuación decimos no tengas en cuenta nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia, y conforme a tu Palabra concédenos la paz y la unidad. Paz y unidad. En la Iglesia, en nuestra sociedad, en el mundo- ten herido por el desastre de la guerra-, en mi propio corazón. Y no te olvides de hacer de mi un instrumento de tu paz.

dios vivo

8 de mayo
Lunes V de pascua

Hechos 14, 5-18 Que os convirtáis al Dios vivo

Esta es la buena noticia que nos proclaman, y que nosotros estamos llamados a proclamar: que dejemos los ídolos vanos, tantos, tantos y tan variados en mi vida, y que nos convirtamos al Dios vivo, que eres tú solo, Señor. Y mientras tanto se pasa la vida, tan callando, y presto se va el placer….y solo quedas tú.

Piedra viva

7 de mayo
V domingo de pascua

I Pedro 2, 4-9 también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción

En la construcción de una casa espiritual. Eso es lo que nos dices en la Palabra que escucho hoy. Me haces tomar consciencia que soy piedra viva en la edificación del espíritu, donde me habitas. Claro, soy piedra viva porque me acercas a ti, o tú te acercas a mí, y tú eres la verdadera piedra viva, elegida y preciosa para Dios, piedra angular de mi vida.

Ver al Padre

6 de mayo
Sábado IV de pascua

Jn 14, 7-14 Quien me ha visto a mi ha visto al Padre

Tú la Palabra encarnada, tú el rostro del padre y su misericordia hecha realidad en nuestras entrañas, tú la salvación ofrecida, tú el amor derramado, tú el soplo del espíritu que nos une en tu amor filial, tú, Señor, la imagen viva de quien nos creó y nos recrea. Quien te ve a ti, y te ama, ve al Padre y ama al Padre del amor.

Camino

5 de mayo
Viernes IV de pascua
Jn 14, 1-6 Yo soy el camino, y la verdad, y la vida

Y así es. Tú mi camino, mi verdad, mi vida. Tú la esperanza firme que me queda. Y ya no hay más palabras, ¿para qué?

Sin ti

4 de mayo
Jueves IV de pascua

Salmo 88 Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán

Y por tu fidelidad y tu misericordia me siento acompañado. Por eso día tras día te bendigo, y bendeciré, ya alzaré las manos invocándote, porque eres hoy siempre mi auxilio, el Dios de mi salvación. Y sin ti, ¿qué sería de mí?

Magnificat

3 de mayo
Miércoles IV de Pascua

Salmo 18 El cielo proclama la gloria de Dios

También tu madre proclamó la grandeza del Señor, y alegró su espíritu en Dios, su salvador, y cada tarde, al menos, la tierra, en oración, se llena de su canto de alabanza, que es un monumento a tu bondad, a tu misericordia, a tu presencia en medio de nuestra historia, de nuestra vida, especialmente cuando somos pobres, sencillos y humildes. Mes de mayo, mes de tu madre. Gracias.

Buen Pastor y III

2 de mayo
Martes IV de pascua

Jn 10, 22-30 Y ellas me siguen

¿A dónde iré lejos de tu aliento? ¿A dónde escaparé de tu mirada? Sólo tú tienes palabras de vida eterna, y cuando escucho tu voz te sigo, aunque tantas veces me distraiga por el camino, y esté a punto de descarriarme. Tu voz, que no cesa de llamarme, es la que me ampara, y me conduce a los pastos eternos que me prometes y sostienen mi esperanza.

Buen Pastor II

1 de mayo
Lunes IV de pascua

Jn 10, 11-18 Yo soy el buen pastor

Tú eres el buen pastor, contigo nada me falta, en verdes praderas me haces recostar, me conduces hacia fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas. Aunque camine por cañadas oscuras nada temo, porque tú vas conmigo. Tu vara y tu cayado me sosiegan. Y así, cada vez que rezo este salmo, me dirijo a ti, y recibo el don de tu presencia cercana, salvadora, restauradora, viva.

Buen Pastor I

30 de abril
IV domingo de pascua

Jn 10, 1-10 Conocen su voz

tu voz adorada, tu voz suspirada, tu voz que anida en mi redil, tu voz tierna, tu voz que me envuelve, tu voz deseada, tu voz y tu palabra, tu palabra encarnada, tu carne de hombre, tu voz de pastor, Señor, que entra en mi ser y me conmueve y me altera para ti.