Pascua III

6 de abril
Martes octava de pascua

Jn 20, 11-18 ¡María!

Oir tu voz, inconfundible, tu voz que crea y me recrea, tu voz que da consistencia a mi ser, tu voz que me identifica, tu voz que te identifica como el amado de mi alma, vivo, presencia resucitada. Te busco, Señor, sin descanso, y solo deseo escuchar cómo me llamas para poder responder, desde lo más profundo de mi ser, ¡Maestro!

 

04.06

Pascua II

5 de abril
Lunes octava de pascua

 Mt 28, 8-15 Id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea. Allí me verán

Me regalaste el año pasado celebrar tu Pascua en Galilea. Seguir tus huellas por la tierra santa que pisaste. Escuchar el eco de tu voz, que resuena eternamente por toda la creación. Allí te vi, evangelio vivo. Fue un don que me hiciste. He vuelto a la galilea cotidiana de mi vida en Madrid. Tengo tu promesa para verte aquí, en medio de la vida. Porque eres vida, y vivificas todo con tu presencia resucitada.

04.05

Pascua

4 de abril
Domingo de Pascua

Jn 20, 1-9 Vio y creyó

Vio las vendas en el suelo, el sudario enrollado colocado en un sitio aparte, en el sepulcro vacío. Vio que ya no había muerto, que era inútil buscar entre los muertos al que estaba vivo. Vio y creyó, pues hasta entonces no había entendido la Escritura, que él había de resucitar de entre lo muertos. Creer que has resucitado transforma la vida, vivifica y da una clave de interpretación a todo lo que sucede. Verdaderamente has resucitado, Señor. Aleluya.

04.04

Viernes Santo

2 de abril
Viernes Santo

Jn 18, 1-19 E, inclinando la cabeza, expiró

A Jesús crucificado
 
Delante de la Cruz, los ojos míos,
quédense, Señor, así mirando
y sin ellos quererlo, estén llorando,
porque pecaron mucho y están fríos.
 
Y estos labios que dicen mis desvíos,
quédenseme, Señor, así cantando,
y, sin ellos quererlo, estén rezando
porque pecaron mucho y son impíos.
 
Y así, con la mirada en vos prendida,
y así, con la palabra prisionera
como a carne a vuestra cruz asida,
 
quédeseme, Señor, el alma entera,
y así, lavada en vuestra Cruz mi vida,
Señor, así, cuando queráis me muera.
Rafael Sánchez Mazas

04.02

Jueves Santo

1 de abril
Jueves Santo

Jn 13, 1-15 Os he dado ejemplo…

….para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis.  Eso el lo que te pido, Señor, en este día santo: que me unas a ti, que me concedas amar con tu amor, pues no se amar como tú amas,  vivir con tu vida, pues no se vivir como tu, pasar haciendo el bien porque te sigo, decir palabras que sanan y salvan porque las escucho de tu boca, las guardo en el corazón y las pronuncio en tu nombre. Con tu gracia, te sigo.

04.01

Semana santa IV

31 de marzo
Miércoles Santo
Mt 26, 14-25 Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar

Espanta escuchar estas palabras que salen de tu boca, Señor, y que cualquiera de nosotros podemos aplicarnos. Convencido de tu amor, te entrego. ¿Cabe mayor locura, mayor traición, mayor desesperanza en la propia culpa? Solo cabe el inmenso regalo de tu misericordia, que concede el perdón y la paz. A ella acudo hoy.

03.31

Semana santa III

30 de marzo
Martes Santo

Jn 13, 21-33.36-38 Uno de ellos, el que Jesús tanto amaba, estaba reclinado junto a su pecho
El evangelio habla de Juan, pero me incluye a mí. En Juan, al pié de la cruz, soy hijo de María. Como Juan soy amado por ti, hasta el extremo de dar la vida por mi salvación: me amaste y te entregaste por mí. Al igual que Juan esta semana quiero recostar mi cabeza tu pecho y, escuchando el latido de tu corazón, sin palabras, comprender tu amor y recibir tu vida.

03.30

Semana santa II

29 de marzo
Lunes Santo

Jn  12, 1-11 La casa se llenó de la fragancia del perfume

Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia. Que mi ser te adore y se derrame a tus pies, como la libra de perfume de nardo con el que maría te ungió y te amó. Sea mi vida, Señor, un sacrificio de alabanza, para invocar y cantar tu nombre, pues de él viene la salvación. Todo el ser expuesto a ti, para unirme a tu misterio pascual.

03.29

Semana Santa I

28 de marzo
Domingo de Ramos
en la Pasión del Señor

 

Lc 19, 28-40 ¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor!

Es la exclamación que brota nada más verte. Es la alabanza que viene desde lo profundo del corazón cuando, en las puertas de Jerusalén, a la entrada de esta semana santa, llenas hasta cada uno de nosotros. Acercarme, bendecirte, reconocerte como rey y señor, aclamarte con todo el ser, regocijarme de tu presencia. Y, sin embargo, está pronto el grito de ¡crucifícalo! Ante ti, Señor, ti ser luz y sombra. Que tu gracias me alcance esta semana.

 03.28

Te amo

27 de marzo
Sábado V cuaresma

Salmo 17 Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza

Decirte, Señor, la verdad de mi existir: envuelto en tu amor, que me permite amarte, que me da consistencia, que me sostiene. Yo te amo, Señor, eres mi fortaleza; Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. ¿Qué más te puedo decir? Callar y amar de verdad.

 03.27