Cristo Rey

23 de noviembre

Cristo Rey

Lc 23, 35-43 Este es el rey de los judíos

Tú lo dices, eres Rey. En la cruz, despojado de todo, entregado, abandonado en las manos del Padre. Como rey te contemplo y te adoro. Y me acerco a tu cruz para pedirte que venga a nosotros tu reino de vida, de verdad, de justicia, de paz, de gracia y de amor. Venga a nosotros tu reino, Señor.

mi música

22 de noviembre
Santa Cecilia

Salmo 100 Para ti es mi música, Señor.

Voy a cantar la bondad y la justicia, y tu amor, y tu misericordia. Voy a alabarte, y darte gloria, y bendecirte, con todas las músicas de mi corazón, con mi cuerpo, con mi espíritu, con todas las fuerzas de mi ser. En tu armonía sueno. Me tañes. Gracias, Señor.

Cueva de bandidos

21 de noviembre
Viernes XXXIII

Lc 19, 45-48 Mi casa será casa de oración. Pero la habéis convertido en cueva de bandidos.

Cuánto pecamos, como hombres y mujeres de Iglesia, y damos escándalo con nuestro comportamiento inmoral, en busca de poder, placer, apegos, costumbres infectas, convertimos en cueva de bandidos tu casa. Que es la casa donde todos deberían encontrar un lugar seguro, para estar al socaire de tu ternura y tu misericordia.

Escondido

20 de noviembre
Jueves XXXIII

Lucas 19, 41-44 Pero ahora está escondido a tus ojos

Está escondido a mis ojos lo que conduce a la paz…y al tiempo lo pones delante de mis ojos, para que viendo no vea, escuchando no oiga, y comprendiendo no entienda. Tanto da. Estás escondido a mis ojos, y eres mis propios ojos contemplando cómo te contemplo. Y ello me conduce a la paz, don de tu amor.

la muerte

19 de noviembre
Miércoles XXXIII

II Macabeos 7, 1.20-31 Acepta la muerte

En tus manos, Señor, mi existencia. El don de la vida, que es el don de pasar de esta vida a la vida en plenitud, sin tiempo ni espacio. En este último mes he vivido el tránsito de personas muy queridas, que me han ayudado a crecer en la fe. Las dos han afrontado su muerte como una continuación de la vida. En ti somos, nos movemos y existimos. En tus manos estamos.

La muerte

19 de noviembre
Miércoles XXXIII

II Macabeos 7, 1.20-31 Acepta la muerte

En tus manos, Señor, mi existencia. El don de la vida, que es el don de pasar de esta vida a la vida en plenitud, sin tiempo ni espacio. En este último mes he vivido el tránsito de personas muy queridas, que me han ayudado a crecer en la fe. Las dos han afrontado su muerte como una continuación de la vida. En ti somos, nos movemos y existimos. En tus manos estamos.

El testimonio

16 de noviembre
Domingo XXXIII

Lc 21, 5-19 Os servirá de ocasión para dar testimonio

Al amanecer y al anochecer, al nacer y al morir, en todo momento, con la vida en tus manos, es una ocasión para dar testimonio de ti, hablar de las grandezas de tu amor, de tu misericordia infinita, de tu estar en mí, más cerca que mi propia vena yugular. El testimonio y la alabanza de tu gloria, en cualquier momento del día.

En silencio

15 de noviembre

Sábado XXXII

Sabiduría 18, 14-16 Cuando un silencio apacible lo envolvía todo

Al igual que ayer, hoy me llamas al silencio. El silencio desde donde lanzas tu Palabra. El silencio como condición para llevar al mundo tu encarnación. El silencio, que me capacita para contemplar tus prodigios admirables, tan alcance de la mano….cuando callo para aguardar en silencio tu salvación.

Sin voz

14 de noviembre

Viernes XXXII

Salmo 18 Sin que resuene su voz

Mira que mi voz resuena, y a veces retumba, que no callo, que no dejo de escribir…. Quizá por eso esta palabra tuya me cala, y algún día se encarnará en mi vida como criterio de evangelización verdadera….sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los límites del orbe su lenguaje.