Merced

24 de septiembre
Sábado XXV

Salmo 89 Ten compasión de tus siervos

Hoy, nuestra Señora de la Merced, patrona de los presos. Por todos los que están privados de libertad en una cárcel te pido, Señor. Especialmente por aquellos que están en el centro penitenciario de Valdemoro, que tanto me dan. Son regalo tuyo. Regálales tú la verdadera libertad, bendíceles, dales paciencia y fortaleza, que experimenten tu amor incondicional. Ten compasión de tus siervos, Señor, que en tantas ocasiones viven tan marginados de nuestra sociedad del bienestar.

Tiempos

23 de septiembre
Viernes XXV

Ecl 3, 1-11 Todo tiene su tiempo, tiempo de nacer, tiempo de morir

Tu palabra en el tiempo me muestra lo que es el tiempo en mi vida. He nacido y moriré. En este paréntesis en mi vida, el deseo de la vida verdadera en ti. Que en algún momento me haces intuir en un mínimo gozo anticipado.

Vanidad

22 de septiembre
Jueves XXV

Ecl 1, 2-11 Vanidad de vanidades todo es vanidad

No hay como darse cuenta existencialmente, Señor, para comprender de verdad que es así. No hay nada como vivir una situación vital que te recuerde lo que de verdad importa, lo que es sustancial…y que me vuelva hacia ti, principio y fundamento de mi vida. Todo lo demás, vanidad de vanidad.

San Mateo

21 de septiembre
San Mateo

Mt 9, 9-13 Y estando en casa, se sentaban con Jesús y sus discípulos

En la comunidad de San Mateo, de tantos hermanos, y de alguno especialmente, aprendí, un año antes de ir al noviciado, y en los años posteriores en que viví en ella, a estar en casa contigo y con tus amigos. Gracias. El lugar donde me formaste en la vida religiosa, donde aprendí vitalmente a ser religioso marianista, en comunidad. Tantos años después, al comenzar este curso, me doy cuenta de todo lo que allí recibir y forma parte constitutiva de mi ser consagrado a ti. Gracias.

acequia

20 de septiembre
Martes XXV

Prv 21, 1-6.10-13 El corazón del rey es una acequia que el Señor canaliza donde quiere

Esta imagen, tan potente, tan poética, tan sugerente, siempre me ha hablado de mi corazón en tus manos. Era novicio, hace cuarenta años, y estaba en la finca de la comunidad de Logroño, viendo la acequia. Entonces me regalaste tu palaba, manantial de agua viva. Que salta en mi interior hasta la vida eterna.

El favor

19 de septiembre
Lunes XXV

Prv 3, 27-34 Hijo mío, no niegues un favor a quien lo necesita

Gracias, Señor, por las personas que están siempre dispuestas a hacer cualquier favor a las personas necesitadas, a los pobres, que son el sacramento de tu amor. Ahora mismo rezo por una de ellas, que te sirve en los enfermos del hospital, en los que están en la calle, en los drogadictos, en los que están solos en su casa, en las personas trans, en tanto y tantos que necesitan el gesto y la palabra oportuna. Con su vida y su ejemplo evangelizan. Gracias.

Salvación

18 de septiembre
XXV domingo

ITim 2, 1-8 Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad

La salvación, que nos ofreces cada día. Nacidos para la libertad y la verdad, que tú nos ofreces, a pesar de nuestros propios pesares. Tu misericordia, tu bondad, tu deseo de que no se pierda nada de lo que el Padre te ha dado. Recibimos de ti, Señor, el mejor regalo: tu amor, tu salvación. Gracias. Ayúdanos a no condenar a nadie.

17 de septiembre
sábado XXIV

I Cor 15, 35-37.42-49 Alguno preguntará, ¿ y cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?

Este es el misterio de nuestra fe: anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ven Señor Jesús! Lo demás nos lo darás por añadidura.

Resucitado

16 de septiembre
Viernes XXIV

I Cor 15, 12-20 Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe

Me acerco a tu resurrección. Ahí brota la vida, la vida verdadera, la vida a la que aspiro, la vida que me das cada día. En tu plenitud, en tu luz, en tu verdad. Renovándolo todo, renovándome todo. Gracias, Señor. Aumenta mi fe.

Arcángeles

29 de septiembre
Santos Arcángeles

Salmo 137 Delante de los ángeles tañeré para ti

Gloria y alabanza a tu nombre, en el cielo, en la tierra, en los mares y en los abismos. Me sumo, Señor, a este coro de alabanza que te tributan los ángeles, tus mensajeros. Gloria y alabanza en el cielo, en la tierra….que te alabemos todas sus criaturas, que cantemos en honor y por amor a tu nombre.