27 de octubre
Domingo XXX
Mc 10, 46-52 Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí
Es la oración del corazón, de corazón que te ama y quiere amarte más, del corazón que se abandona a ti, sin palabras, con la letanía incesante de la respiración, pronunciando tu nombre, invocándote, pidiéndote compasión, misericordia, gracia, amor….es la oración que hoy hago por mi y por tantas personas que se encomiendan a mi oración, que es la tuya, la de la Iglesia, la oración de quien confía en ti, en cualquier circunstancia.