12 de abril
Martes V de cuaresma
Salmo 101 Señor, escucha mi oración
En la oración siempre quiero que me escuches, Señor, que oigas el lenguaje de mis silencios, sin hablar, sin susurrar, sin que pronuncie mi voz; escucha mi corazón distraído que se hace presente ante ti, y que te ofrece todos los anhelos que quieren ser saciados en ti, Señor. Señor, escucha mi oración.
Jesús nos lo muestra todo. A nosotros nos corresponde abandonarnos a él con total confianza, desmayarnos en sus brazos y caminar con la seguridad de que siempre nos acompaña. Mirar y ser mirados.
Jesús, nos dijo; ¡Pedid y recibiréis! Con la confianza de hija, siempre acudo a ti, sé que mis ruegos los atiendes si son para mi bien.
No dejo de confiar aunque lo que te pida no me lo concedas ¡¡Tú sabes mejor que yo lo que necesito!! En tus manos deposito mis inquietudes y ruegos.