18 de enero
Lunes II
Mc 2, 18-22 Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos
Porque el vino revienta los odres y se pierden vino y odres. Y tú nos ves, Señor, con la mejor de las voluntades, con generosidad, con esperanza, poniendo una y otra vez vino nuevo en odres viejos. Aunque digamos que no. Bien nos conoces. Solo tú puedes remediarnos.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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