7 de mayo
Lunes V de pascua
Jn 14, 21-26 haremos morada en él
¡Por qué han de decir las naciones, ¿dónde está su Dios? Tú Señor, desde lo más alto del cielo has venido a visitarnos, te has hecho carne, has puesto tu morada entre nosotros. Aquí estás, en mí, pero no soy Dios sino mortal, que solo haya la vida en ti. Y tú desciendes y llenas mi ser con tu gloria, sin que bien sepa cómo.

¡¡Gracias Señor, por tu venida en carne y hueso!! Con ella nos ayudaste a ser más consciente del Amor del Padre por cada uno de sus hijos. Yo sé que siempre estás con nosotros, aún cuando te esquivamos, yo noto que te tengo junto y dentro de mi. Mi vida jamás tendría sentido sin Tú presencia y asistencia en todo.¡¡Sigue morando en mi!!
El dolor es el vacío que deja tu ausencia
El recuerdo la prueba de que me habitas
La realidad la espera de tu presencia