9 de febrero
V domingoI Cor 2, 1-5 Cuando vine a anunciaros el misterio de Dios
Tu misterio, Señor, al que solo podemos acercarnos desde la incomprensión de la cruz. Un misterio que no admite elocuencia, ni brillo, ni poesía, ni declamación. Un misterio, tu misterio, oculto en la debilidad, en la pobreza, en lo que no cuenta. Un misterio, tu misterio, inalcanzable para nuestra mente, solo don tuyo. Danos tu don.