Mi pastor

2 de diciembre
Miércoles I de adviento

Sal 22 El Señor es mi pastora, nada me falta…

Nada me falta, Señor, pues tú eres tú en mí, y yo soy todo en ti y para ti. Sin ti las cañadas oscuras son más oscuras, y el temor se hace inaudito. Se que tú vas conmigo, y esto me basta. Tú mis verdes praderas, mi fuente tranquila, mi fuerza reparada. Tu bondad y tu misericordia me acompañan, eso me basta. Esa es la verdadera esperanza, tan alejada de los fuegos artificiales con los que se quiere teñir la vida en medio de los desiertos cotidianos. En el desierto, en la falta de fecundidad, estás tú. Allí te encuentro.

 12.2

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

2 opiniones en “Mi pastor”

  1. Amigo Luis.
    Nos has hecho ver el remanso de paz que nos da Jesús Buen Pastor.
    Tengo mi vida en tus manos Señor, aunque muchas veces tengas que salir a buscarme.
    ¡¡Gracias Jesús por hacerme ver las delicias de tu compañía y el amor que me das.

    !!Bella reflexión amigo.¡¡Gracias!!

  2. Salmo 22. El Señor es mi pastor. Salmo para llevar en el corazón y recitar cuando el camino de la vida se hace cañada oscura y faltan las fuerzas. Entonces nada me falta porque el Señor es mi pastor, me conduce, me hace descansar en verdes praderas, repara mis fuerzas, nada temo, no tengo miedo porque su bondad y su misericordia me acompañan. Luego, sintiendome acompañada y guardada por el Padre, las oscuridades del camino se disipan, todo es diferente.
    Señor, gracias por ser mi pastor. Te necesito.

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