6 de abril
Miércoles IV de cuaresma
Is 49, 8-15 Venid a la luz
¿Por qué esta semana resuenan con tanta fuerza estas palabras, este verbo de movimiento, este sustantivo lleno de claridad? ¿Por qué experimento tan cierta la llamada a acudir a Ti, que eres la luz? Salir de las propias tinieblas, de las cautividades, dice el profeta, porque el Señor te ha respondido el este tiempo con gracia y con ternura, te ha restaurado, te ha revestido de un manto transfigurado. Muévete. Acude a la luz.
Señor, insiste en que busquemos la Luz. Sin ella vamos a las tinieblas, a la vida sin sentido.
Ciertamente nos estás llamando a volver a Ti, purificar nuestro corazón, reconciliar nuestro amor.
Gracias por darnos siempre una oportunidad de cambio, de rectificación, para volver al camino de la Luz verdadera.