7 de enero
Lunes después de Epifanía
Mt 4,12-17.23-25 Una luz les brilló
La luz ha brillado sobre nosotros, en nuestras tinieblas y oscuridades, a lo lardo de todas estas fiestas. Tu luz, Señor, envuelta a veces en otras luces que distraen, que confunden, que distorsionan tu claridad. Tu luz nos ha alcanzado, se ha puesto ante nuestros ojos, ha iluminado nuestro rostro, nos ofrece la salvación. Tu luz que nos manifiesta que tu Reino está cerca, entre nosotros. ¡Ven, caminemos a la luz del Señor!
Luz de la estrella
oro incienso mirra
soy reina maga
¡¡Gracias Señor por esa Luz!!
Mi deseo es seguir junto a Ella.
No dejarme guiar por otra que no me conduzca a Ti.
Junto a tu Palabra seguiré tus pasos, intentaré de vivir plenamente en tu Luz.
Ilumina mi alma, no permitas que me alejen de ti
guía mis pasos, no dejes que se desvíen
Lléname el corazón de paz y los ojos de miel
Que sólo te respire a ti
Descubrir tu luz, acaptarla, seguirla, caminar con ella, encontrarte.
Luz que brilla, que ilumina, que acompaña, luz que enseña, que llena, que te muestra.
Ahora pienso en las personas que brillaron y siguen brillando en mi vida, personas que han sido luz para mí, luz que me sirvió para encontrarte.
Yo ahora quiero, Señor, ser luz que brille para los que no te ven, para los que no te encuentran, quiero abrirles los ojos, guiarles, acompañarles, enseñarles. Ayudame a brillar para que tú brilles para ellos.