30 de noviembre
San Andrés
Mt 4, 18-22 Venid a mi
A ti voy, señor, Dios del universo, rey mío y Dios mío. En tus manos estoy. te ofrezco una vez más mi vida, respondo de nuevo a tu llamada. En ti confío. De tu amor vivo.

Comentarios diarios a la Palabra de Dios, que ayuden a rumiarla y encarnarla
A que me llamas Señor con tanta insistencia,me veo como una vasija vieja de barro,pero Tu me tienes abrazada con amor eterno.Quitame el miedo y dame la esperanza.
Hay veces que tu palabra duele
pero más duele no oirla
Duele no poder decirla
y más duele gritarla
porque si duele callada ¡cómo no dolerá ya dicha!
Cuando las redes me atrapan solo tu palabra me salva