8 de octubre
Lunes XXVII
Jonás 1,1-2, 1 Levántate e invoca a tu Dios
Jonás no ha podido caer más bajo: no se ha levantado para ir a la misión que Dios le encomendaba, sino que baja hacia la costa, coge un barco, huye hacia el fin del mundo ( Tarsis), desciende a la bodega del barco, bajo el nivel del mar, se hunde en el sueño…Desentenderse de Dios le hace desentenderse de la realidad, de la tormenta, del peligro de muerte. Y vuelve a escuchar: levántate, invoca tu Dios. Tú, Señor, no cesas de darme oportunidades…