18 de diciembre
Mt 1, 18-24 José, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto
Pones ante mí, Señor, el icono de José. Desconcertado ante el misterio de tu presencia en medio de su vida. Alborotando sus entrañas. Sacando de quicio lo establecido. Sin comprender nada. Entregado en todo. Dadme vuestro amor y gracia, que ellas me bastan.

Hombre que supo ver con ojos divino el mensaje recibido, se fió plenamente de lo dicho y cumplió una gran misión con el Redentor.
Eres mi Santo patrón, me encomiendo a Ti, para ver claro lo que Jesús me pide..
Abrir los ojos y ver a Dios vivir la eternidad