22 de enero
Jueves II semana
Hb 7, 25-8,6 Jesús puede salvar definitivamente
Véante mis ojos, dulce Jesús bueno, véante mis ojos y muera yo luego. Porque mis ojos han visto la salvación, en perdón de los pecados. Tú eres señor, el ser que nos ofreces. Gracias de corazón.
El día 10 celebramos el tránsito de Adela de Tranquelleón. Hoy de Guillermo José Chaminade. Ambos en ti, fuente de salvación, continúan intercediendo por la familia marianista que fundaron.
¿Quién puede retenerte?
Ni los inocentes, ni los pecadores logran detener tu carrera hacia el Padre