10 de diciembre
Sábado II de adviento
Sal 97 Danos vida, para que invoquemos tu nombre
En nuestras muertes, en nuestros sepulcros, danos vida; en nuestras noches, en medio de nuestros agobios, en las penas y dolores, en las frustraciones, en las incertidumbres, en la desazón, danos vida. Danos vida para que invoquemos tu nombre y comprendamos que estás en medio de todo, y que todo está lleno de tu gracia.
