4 de enero
Segundo domingo después de navidad
Ef 1, 3-6.15-18 Él nos eligió antes de crear el mundo
Antes de crear el mundo, ¿existía ya en ti? ¿De dónde vengo, a dónde voy?¿Quién soy? Si me digo anhelo, ¿dónde te digo mi anhelo? ¿Dónde mis preocupaciones, dónde mis ilusiones, dónde mis esperanzas, dónde mis desvelos? Desde siempre y por siempre, tú eres Dios. Me has destinado a ser santo e irreprochable ante ti por el amor. Por tu pura iniciativa, soy tu Hijo. Todas estas palabas, que son tu Palabra, me hacen quedar mudo y vacío, en silencio eterno, y ofrecerte mi ser, que ya es tuyo.
Señor, tengo plena certeza que desde siempre entré en tus planes.
Me siento querida y amada por Ti.
También qué esperas que yo corresponda a Ellos. Aquí me tienes abierta y deseosa de estar siempre atenta a todo lo que me pidas. ¡¡Guía mis pasos por el camino de amor y la verdad!!