16 de enero
Martes II semana
Hb 6, 10-20 Dios no es injusto para olvidarse de vuestro trabajo y del amor
Del amor que le hemos tenido. De un amor que es lo primero, y la fuente de todo, y lo sustenta todo. Brota de la fuente del amor, que es él mismo. Desde ahí es desde donde surge el trabajo, el deseo de hacer y padecer por el Reino de Dios, por la extensión de la buena noticia, por proclamar el evangelio de Dios a todas las criaturas, para anunciar el año de gracia, de justicia y paz, que debe convertir nuestros corazones al amor a Dios y al prójimo. Dios no se olvidará jamás de ello. Porque nos ama.
«De un amor que es lo primero, y la fuente de todo»… Gracias Nano, sencillamente gracias por todo el comentario. A veces necesito que me recuerden estas cosas. En medio de tanto trajín, del ruido, de las prisas, de la indiferencia, de la deseperanza a veces, el amor sigue siendo lo primero y Dios no se olvida nunca, nunca…
Un abrazo fraterno