24 de noviembre
Sábado XXXIII
Lc 20, 27-40 No es Dios de muertos sino de vivos
Y nos conduces a la vida. Por eso creo, Señor, que lo que aparta de tu vida plena y verdadera no viene de ti; por eso se que estás en lo que me llena de vida, en lo que me da plenitud, en lo que me hace revivir en medio de la crisis, de la enfermedad, de la desdicha, en lo que me hace salir de mí mismo para entregarme más a ti y amar más al prójimo cercano o lejano, en la renuncia que hago, lleno de alegría, por ti y tu evangelio, que me libera para ti, Señor y dador de vida.
3 opiniones en “Dios de vivos”
Comentarios cerrados.
La resurrección es la gran expectativa del ser humano, la finalidad de la trayectoria de Cristo, la gran plenitud de los hijos de Dios; El encontrarnos cara a cara con Jesucristo.
Moisés lo expresa así, en el episodio de la zarza encendida, cuando llama al Señor
“Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob” no es Dios de muertos sino de vivos.
Si,y esta reflexión, me llena de alegría de vida de ánimo, entusiasmo…por el Dios en quien yo creo, por la gente que es generosa, y que desborda vida, contagiándonos su alegría. Acabo de llegar de un debate, que tiene que ver con la educación y la ciudadanía en nuestros paises latinoamericanos¡cosas del Dios de la vida! «porque los gozos y las esperanzas…» hay que estar en los espacios «muertos» para dar vida.
Gracias Nano, Dios te bendiga.