8 de octubre
Sábado XXVII
Lc 11, 27-28 Dichoso…
En esta semana de repeticiones tu palabra nos invita, Señor, a volver al tema de la dicha. ¿Dónde pongo yo mi dicha?¿Qué es lo que anhelo? ¿Qué quiero alcanzar como instrumento para enraizarme en la felicidad plena y verdadera? Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen. Dichosa tú, María, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
«los montes se derriten como cera en presencia del Señor». Dichoso aquel que es capaz de abandonarlo todo rindiéndose ante ti.