16 de octubre
Martes XXVIII
Lc 11, 37-41 Dad limosna de lo de dentro y lo tendréis limpio todo.
De lo de dentro…No de lo superfluo, de lo innecesario, de lo superficial, de lo que no cuenta. Sí de lo interior, de lo profundo, de lo necesario e imprescindible. Dar de uno mismo lo mejor. Darte a ti, que estás sustentando nuestro ser en lo más nuclear de nosotros mismos. Dar lo que tú nos das. Con esta actitud quiero comenzar el día de hoy, para vivir limpio de corazón. Para ello, ya sabes, Señor, necesito que me sigas dando.
Corto el Evangelio de hoy pero grande su contenido.
No quiero que el Señor me llame ¡necio!. Quiero dar todo lo que tengo dentro y que Él mismo me ha dado.
La frase es clara, lo de fuera es pasajero, lo que vale es el interior, y en el interior está Él, está su Palabra que me alimenta, su ejemplo que me enseña y su amor que es el que me hace darme a los demás.
No quiero dar nunca de lo que me sobra, sino de lo que me llena.