2 de mayo
Lunes VI Pascua
Hechos 16, 11-15 El Señor le abrió el corazón
Ábreme de cuajo el corazón, Señor, vulnera mi fortaleza con tu dardo que hiere y no da pena, hazme manantial y llaga, para que se vacíe de mi sangre espesa, para que muera, para que anide tu amor, para que sea granada abierta al aire de tu hermosura, entraña de tu Espíritu. Hazme en ti hijo de María.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Señor, estamos necesitados de que entres en nuestros corazones, que nos hagas más sensibles. Sabes que somos débiles fortalécenos con la fuerza de Tú Espíritu Santo.