8 de octubre
Domingo XXVII
Is 5, 1-7 Voy a cantar a mi amigo el canto de mi amado
Así, en ser amado, en responderte amando, cantándote los cantos silenciosos de mi corazón, el zumbido de mis abejas, el destilar de mis panales, enjambres aromáticos, la dulzura infinita de tus arrullos cósmicos, en las alboradas sin fin, así, entre ternura sin música, y caricias perdidas, se me van las horas y los días, y se hacen líquidas mis estrellas, en la destilería de tu amor.
Lo que arrancaron
tiraron
despreciaron
y apartaron
Dámelo, que en ti lo acojo
Sal 79, 9-17-20