10 de noviembre
Miércoles XXXII
Tito 3, 1-7 Cuando ha aparecido la bondad de Dios…
…nuestro Salvador, Hijo de Dios hecho hijo e María, por pura gracia suya, por su propia misericordia, estamos llamados a ser perdonados de nuestra insensatez y obstinación, a dejar de ser esclavos de nuestras pasiones y placeres de todo género, a olvidar nuestras envidas, a dejar de fastidiar al prójimo, a no ser insoportables, a no odiarnos.
Esto se lo escribe, tal cual, Pablo a Tito. Y a nosotros.
Tu palabra Señor me llegan muy hondo.
Me pide que dé un cambio radical.
Aún deseándolo, sé que te fallo.
¡Perdón y ayuda Señor!