Autor: Nano SM

9 de mayo
Sábado IV pascua

Jn 14, 7-14 Señor, muéstranos al Padre

Es la petición de Felipe, que no ha entendido nada, tras estar tanto tiempo contigo. No sabe que quien te ve a ti ve al Padre, pues eres su imagen; quién te escucha a ti escucha la Palabra del Padre, pronunciada sobre la humanidad con una infinita ternura; quien se acerca a ti entra en la intimidad con el Padre, con tu Abba, al que nos has enseñado dirigirnos llamándole así: padre nuestro.

8 de mayo
Viernes IV pascua
Jn 14, 1-6 Yo soy el camino, y la verdad, y la vida

Me pongo ante Ti, Señor, y dejo que estas tres palabras, que son tres realidades de tu amor, entren en mi corazón y aniden en él: Tú el camino…mi camino; tú la verdad…en mi vida;  tú la vida de mi vida, el fundamento de mi existencia. Camino, verdad y vida. Y elijo la que más llena mi corazón de Ti y te digo, desde el silencio, Señor, tú eres….

7 de mayo
Jueves IV pascua
Jn 13, 60-20 Dichosos vosotros si lo ponéis en práctica
Ya te hemos contemplado, Señor, ceñirte la toalla, arrodillarte, lavarnos los pies. Y si tú, que eres el Maestro y el Señor nos has lavado los pies…¿cómo es que nosotros nos negamos a servir? ¿Cómo no caemos en la cuenta que nuestra dicha es poner en práctica lo que tú con tu ejemplo, nos has señalado como camino de plenitud? ¡Qué torpes y necios somos para entender que solo desviviéndose como tú se alcanza la vida!

6 de mayo
Miércoles IV pascua

Jn 12, 44-50 Yo he venido al mundo como luz

…y el que cree en mi no quedará en tinieblas. Mis tinieblas, Señor, quedan desgarradas, rotas, deslucidas, por la claridad de tu presencia, por la luz de tu pascua, que todo lo llena de resurrección y de vida: mis muertes, mis oscuridades, mis tristezas, mis nostalgias, la negritud de mis tentaciones. Tú vienes, una vez más, como luz, y al contemplarte quedo radiante, sin saber bien cómo.

5 de mayo
Martes IV pascua

Jn 10, 22-30 Y yo les doy la vida eterna

Ya nos la das desde este momento, Señor, la vida eterna, pues nos permites acercarnos a Ti, y en ti nos ofreces la verdad, que es vida inagotable, la luz, que es vida sin fin. Tú te das y tu gracia hace rebosar en mi la bienaventuranza de la fe, el arraigo en la esperanza, la llamada al amor. Y en el amor, la vida eterna, por años que no tienen fin. Gracias, Señor, porque nos llamas a trascender el tiempo  y el espacio dentro del tiempo y el espacio real. Por llamarnos a la vida eterna.

4 de mayo
Lunes IV pascua

Jn 10, 1-10 Las ovejas atienden su voz

Escucharte. Seguir tu llamada y el silbo amoroso que me convoca. Dejar todo por atenderte. Oir tu voz. Obedecerte. Apagar en la fuente de tu Palabra mi sed de ti.  Llamado por ti al amor, seguirte, entrar en ti, que entras en mi, y en ti serlo todo, y sin ti no ser nada. Recibir de ti, tan buen pastor, la vida, y la vida abundante.

3 de mayo
IV domingo de Pascua
Jn 10, 11-18 Yo soy el buen pastor

El buen pastor que conoce a sus ovejas, y a cada una la llama por su nombre; el buen pastor que se ha deshecho en amor para hacernos hijos; el buen pastor, que me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; el buen pastor. Por eso, Señor Jesús, contigo nada me falta, y mi carne descansa serena: porque tú vas conmigo. Hoy me llenas de gozo, una vez más, uniéndome a ti, Buen Pastor.

Puedes escuchar: Rutter. The Lord is my shepherd

2 de mayo
Sábado II pascua

Jn 6, 60-69 El espíritu es quien da vida….

…la carne no sirve de nada. Y sin embargo, qué torpe y tardo soy para entender, para comprender que la carne en carne mortal me deja, que tu Espíritu me llena de la gloria de tu resurrección.  Y así entre carne y espíritu me debato, y tú rompes mi disquisiciones y bañas mi carne con tu espíritu y quieres engendrarme de nuevo para que de tu luz, tu espíritu de vida.

1 de mayo
San José Obrero
Mt 13, 54-58  ¿de dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros?

¿No es el hijo del carpintero? ¿no es su madre María…? Y no salían de su asombro, y les resultaba escandaloso, y les faltaba fe para ver, en lo cotidiano, tu presencia viva y vivificante.
También a mí, Señor, me cuesta encontrarte aunque sé presente, en medio de nuestras calles y nuestras plazas… en la fortaleza, que trato de hacer inexpugnable a ti, de mi propio corazón. Ahí estás, ofreciéndome la sabiduría y el milagro de tu presencia cotidiana.

30 de abril
Jueves III pascua

Hech 8, 26-40 Había ido en peregrinación a Jerusalem

Y volvía cantando, deseoso de conocerte de manera verdadera como único Señor, pues te quería amar con todo su corazón, con toda su mente, con todas sus fuerzas. No sabía como hacerlo y se puso a leer tu Palabra… intuía que en ella estaba la fuente de la vida. El eunuco se encontró al apóstol, que le explicó la escritura, y le anunció el evangelio de Jesús. Se conmovió,  se convirtió y siguió su viaje, lleno de alegría. Si me olvido de ti, Jerusalem, que se me pegue la lengua al paladar.