2 de abril
Sábado III de cuaresma
Lc 18, 9-14 Se quedó atrás…
…y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; solo se golpeaba el pecho diciendo: “¡Oh Dios, ten compasión de este pecador!”
Pones delante de nosotros, Señor, la actitud correcta para orar, para relacionarse contigo…vaciarse de sí mismo, quedarse atrás, entrar en la dinámica de la misericordia desde la humildad del que sabe que lo tiene que recibir todo de ti.
Dame Señor, un corazón humilde.
Que sepa ver mis debilidades, que no repare en la de los demás.
Qué busque el bien y que en el te encuentre a Ti.
Quedarse atrás para orar, para hablar contigo Señor, me hace poder ver a los que están delante de mi.
Desde atrás veo al que está solo, al que pide ayuda, al que necesita una palabra, una sonrisa, un empujón… desde atrás puedo ver a todos por delante y puedo levantar los ojos al cielo para relacionarme contigo.
Esa quiero que sea mi actitud ante la oración, quedarme siempre atrás, pero delante de ti.