20 de enero
Martes II semana
Hb 6, 10-20 Ancla del alma
Es la primera vez, Señor, que me fijo en esta expresión, la esperanza que nos has ofrecido es como ancla del alma, segura y firme, que penetra más allá. Más allá, en lo más íntimo, en lo que no tiene espacio ni lugar, y sin embargo es, allí pones tú la esperanza real, porque ya la has dado, en la que enraizas el ser. Ser en ti. Ser más allá de toda ancla y de toda realidad. Ser tuyo.
Me llena de gozo leer tú comentario Nano.
La esperanza es la que siempre me anima, me hace ver la vida con otro prisma. Dios es la fuente de toda mi esperanza
Un hilo de acero nos mantiene unidos
No tiene principio ni final
y es tan libre
que puedo caminar por él sin tiempo y lugar