16 de diciembre
Martes III de adviento
Salmo 33 Contempladlo y quedaréis radiantes
Pues eso, Jesús mío, abre mi mirada, mi corazón, mi ser al misterio de tu amor. Estás cerca. Acércame aún más a ti. Que te contemple y sea lo que tú quieras. Si me dejas radiante, que resplandezca en la luz de tu mirada.

Si me muevo con la suavidad del aire, penetrándolo todo, no tropezaré con mi cuerpo