18 de noviembre
Martes XXXIII
Lc 19, 1-10 Hoy ha llegado la salvación a esta casa
Aquí has llegado, señor, y yo no me entero. Y sin embargo estás y me salvas. Y no te siento: y sin embargo estás y me salvas; y vivo distraídamente de ti y de tus cosas, aunque el corazón me arde por ti y por tus cosas. Y tú estás, Y no me entero. Y sigo subido a la higuera, porque se que pasas cada día, que quieres entrar en mi casa, y ser mi salvación.
¡Hoy ha llegado la salvación a esta casa!
Con qué amor trató Jesús a Zaqueo, aunque él solo tuviese curiosidad, pero Jesús ve más allá que nosotros.
Sé que constantemente me sales al encuentro, me animas a seguir, me ayudas a superarme. Y mi gran anhelo es escuchar.Hoy entró la salvación en tu alma.
Estaré muy atenta y agradecida.
¿A dónde vamos cuando tu boca nos escupe?
¿sacarme de ti?
¿¡cómo?!