4 de febrero
Martes IV
Samo 85 Tú eres mi Dios
Pues eso, tú eres mi Dios, eres bueno y clemente, rico en misericordia, Dios de Dios, luz de luz, tú sigues creando todas las cosas, las bendices, las llenas de vida, las bendices y la repartes entre nosotros. Todo en ti.

¡¡Tú eres mi Dios!! Te doy gracias por estar siempre junto a mí, por tú infinita paciencia, misericordia y bondad.
No matarás. No robarás. No mentirás
porque si matas, mueres
si robas, pierdes
y si mientes estafas.
Líbranos de vivir matando y enséñanos a morir dando
Tú eres mi Dios. Mi Dios, mi amado. Mi Dios en el que descanso y por el que camino. Mi Dios que me regala el amanecer cada mañana. Mi Dios por el que sonrío, acompaño y comparto. Tú eres mi Dios, el que ha hecho en mí maravillas.