14 de septiembre
La exaltación de la Santa Cruz
Jn 3, 3-17 Tanto amó Dios al mundo
¡Tanto me amas! Sólo desde tu amor puedo amarte más, pues mi debilidad me encierra en el desamor. Solo tú me haces fuerte en el amor. Deshazme para ser solo tuyo. Abrásame en el fuego de tu amor.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Miro tu cruz.
Los ojos asombrados
abiertos a la oscuridad
del ser en Ti.
Ciego y deslumbrado
por tu luz,
envuelto en mis sombras.
que se ciernen y me aprietan
cual mortaja,
que me axfisian,
hasta el último suspiro,
rendido.
Mátame.
Mirarte y verte
tus brazos extendidos
esperando a todos
y tu cuerpo inerte.
Tu humanidad que acoge
a toda variedad de seres,
sabios y píos
necios y malvados.
Esa entrega, absoluta y valiente
por amor la hiciste,
para así unirnos en tu Cruz
y que Dios Padre nos acepte.
Envueltos unos en humilde sayo
otros en orgullo y soberbia,
algunos creyendo ser humanos
y no siendo nada todos.
Nos amaste y nos sigues amando, cada día nos das la oportunidad de corresponder a ese amor sin medida. Siendo consciente de mi fragilidad, quiero corresponder a tu entrega por la humanidad.
¡Ayúdame a saber llevar mi cruz!!
El orgullo envenena la fuente de la salvación