25 de marzo
Lunes santo
Jn 12, 1-11 Y la casa se lleno de la fragancia del perfume
Entras en mi casa, en las moradas de mi ser, en lo más íntimo de mi propia intimidad…quiero derramar mi perfume, ser fragancia que te alcance, ya que soy alcanzado por ti. Solo puedo amarte desde tu propio amor, que se derrama hasta verter tu propia sangre por un amor sin límites. Tu ser me hace perfume, soy perfume tuyo. Tu ser me hace fragancia, soy fragancia para ti. Tu ser amor me hace ser enamorado.
¡¡Perdónanos Señor!! Por las críticas fáciles, no teniendo nunca en cuenta que Tú mereces todo.
Porque en sí derrochas perfume, a los que te amamos con un corazón sincero.