21 de junio
Jueves XI
Mt 6, 7-15 Cuando recéis no uséis muchas palabras
Solo poned mucho amor, dejaos amar por mi, que os acaricie mi mirada, y poned en mi vuestra vida, en silencio, en la oscuridad del mediodía.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Cuando rezo el tiempo y el espacio desaparecen
Rezo y amo
Rezo y gozo
Rezo, vuelo, sufro, lloro, río
Nada hay más hermoso
Yo deseo cuando rezo estar atenta a lo que Tú quieres de mi.
Saber que aunque yo no pronuncie palabra, Tú está en mi, me miras con amor, yo quiero corresponder. ¡¡Gracias Señor por conocerme y aceptarme!!
En silencio me dejo llevar, me dejo abrazar, acariciar y hablarme al oído, me abandono en brazos de mi padre que me espera y me quiere.
No necesito hablar porque no puedo hablar. Él conoce mis palabras sin pronunciarlas. Solo estoy ahí, Señor, para quererte y dejarme querer por ti.