17 de junio
Domingo XI
Mc 4, 26-34 La semilla germina y va creciendo
Sin que él sepa como, de noche. Entréme donde no supe y quedéme no sabiendo, toda ciencia trascendiendo. Así tu Palabra me hace entrar en la senda de lo insólitamente tan sencillo, tan a mano y desconocido, porque es de noche cuando sucede. En el silencio de la noche tú me haces germinar, crecer, más allá de mis cálculos, del control que quiero ejercer sobre los procesos que tú me das, sin que yo sepa cómo. Tan evidente y tan oculto.
¡¡Con qué sencillez nos enseñas Señor Tú Reino!!
Para que tú Palabra germine, necesitas un corazón bien abonado, bien regado con el conocimiento de tu Amor. El se manifiesta en mi constantemente, por ello te pido que cuando lo necesite me podes, abones y si es preciso me hagas ver mi sequedad. Ya que mi gran deseo es que; La semilla germina y va creciendo.