29 de marzo
Lunes Santo
Jn 12, 1-11 La casa se llenó de la fragancia del perfume
Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia. Que mi ser te adore y se derrame a tus pies, como la libra de perfume de nardo con el que maría te ungió y te amó. Sea mi vida, Señor, un sacrificio de alabanza, para invocar y cantar tu nombre, pues de él viene la salvación. Todo el ser expuesto a ti, para unirme a tu misterio pascual.
¡Gracias Señor, por permitirnos disfrutar de tu fragancia!
Ella, sabía que Tú eres el mejor de los perfúmense.
En este tiempo litúrgico, mi corazón goza cuando sube el incienso a tu presencia.
Unidos en la Oración .Josefa