16 de octubre
Domingo XXIX
II Tim 3,14-4,2 Proclama la Palabra
Acercarme a tu Palabra, Señor, al inicio de cada día, cuando la noche desea se iluminada por la claridad de tu presencia. En el silencio de la tierra, sosegada ésta y expectante mientras espera la aurora, tu Palabra llega para darme vida. Para que proclame tu grandeza, para que narre tus maravillas, para que de testimonio de la alegría de tu evangelio.
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