Lámparas encendidas

21 de octubre
Martes XXIX

Lc 12, 35-38 Tened encendidas vuestras lámparas

Eso es lo que te pido, Señor. Se tú la luz que encienda mi lámpara, para que todo el mundo vea las obras buenas que haces en mi, y así te bendigan, alaben, y den gloria. Hazme luz tuya, para alumbrar desde la Iglesia, luz de las gentes.

tesoros

20 de octubre
Lunes XXIX

Lc 12, 13-21 El que atesora para sí y no es rico ante Dios

Lo repites por activa y por pasiva, pero somos duros de entendederas. No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma se los comen. Dad y se os dará. Deja, Señor, que tu palabra socave mi vida y me haga más tuyo y menos mío.

Orar siempre

19 de octubre
XXIX domingo

Lc 18, 1-8 para enseñarles que es necesario orar siempre

Así es, Señor, necesario orar siempre, sin interrupción. Al ritmo de la respiración, en todo momento. Poniéndome delante de ti, presencia atenta ante tu presencia viva. Tantos años de oración…para llegar a la conclusión que no depende de mí, que yo lolo pongo mi ser en el tiempo para ti, que eres tú el que oras en mí, cuando me abandono.

Obrero de la mies

18 de octubre
San Lucas

Lc 10, 1-9 Rogad al dueño de la mies que envíe obreros a su mies

Te pido, Señor, por todos los jóvenes que se plantean la vocación a la vida religiosa o sacerdotal. Por los que tiene una inquietud inicial. Me piden que haga esta oración por uno de ellos: Padre, tú nos amas y nos llamas a cada uno a una vida plena, a lo que todo el mundo ansía: a encontrar la felicidad…llama a jóvenes a seguir a Jesús como religiosos marianista.

sin miedo

17 de octubre
Viernes XXVIII

Lc 12, 1-7 No tengáis miedo

Hace unos minutos preparaba una reunión para una comunidad laica marianista. Era tu misma palabra que nos llega hoy en este evangelio no tengáis miedo. ¿qué miedos, que temores tengo en estos momentos de mi vida? Y me respondo también con tu propia palabra: el señor está conmigo, ¿a quién temeré? El señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar?

espero en ti

16 de octubre
Jueves XXVIII

Salmo 129 Mi alma espera en el señor, espera en su palabra

Cambio la tercera persona del salmo, más impersonal, aunque inclusivo porque abre la oración a todos sin excepción, para decirte: mi alma espera en Ti, Señor, mi alma espera en tu palabra; mi alma te aguarda, Señor, más que el centinela a la aurora. Y mientras te deseo, y te aguardo, me dejo mecer por el misterio de tu presencia silenciosa en mi vida.

Santa Teresa de Jesús

15 de octubre
Santa Teresa de Jesús

Mt 11, 25-30 te doy gracias, Padre, Señor de cielo y de la tierra

Gracias, Señor, por teresa de Jesús. Hago mías sus palabras. Vuestro soy, para vos nací, ¿qué mandáis hacer de mí? Veis aquí mi corazón, Yo le pongo en vuestra palma, Mi cuerpo, mi vida y alma, Mis entrañas y afición; Dulce Esposo y redención Pues por vuestra me ofrecí. ¿Qué mandáis hacer de mí?

En silencio

14 de octubre
Martes XXVIII

Salomo 18 Sin que hablen

Sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón…así es la dinámica de tu gracia, de tu salvación, de tu estar presente en medio de nuestra historia, entretejida en lo profundo de la historia. Tantas veces silenciosa y oculta, siempre eficaz. En tus manos, Señor.

Gracia y paz

13 de octubre
Lunes XXVIII

Rm 1, 1-7 A todos vosotros…gracia y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo

Así comienza Pablo su carta, así comenzamos muchas eucaristías, y así me pongo hoy delante de vosotros para pedir por vosotros. Hagámoslo unos por otros. Que el Señor nos conceda su gracia y su paz, tan necesarias, y que nos introduzca en el misterio de su amor.

Nuestra Señora del Pilar

12 de octubre
Nuestra Señora del Pilar

Hechos 1, 12-14 Perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús.

María, un pilar. En medio de la comunidad, perseverando unánimes en la oración con ella. Madre de la Iglesia. Fortaleza. Constancia. Virgen fiel. Junto a ti, Señor. En esta fiesta tan cercana para alguno de nosotros, una vez más, te pido con la oración del día, fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor, por intercesión de tu madre.