19 de octubre
XXIX domingo
Lc 18, 1-8 para enseñarles que es necesario orar siempre
Así es, Señor, necesario orar siempre, sin interrupción. Al ritmo de la respiración, en todo momento. Poniéndome delante de ti, presencia atenta ante tu presencia viva. Tantos años de oración…para llegar a la conclusión que no depende de mí, que yo lolo pongo mi ser en el tiempo para ti, que eres tú el que oras en mí, cuando me abandono.