7 de marzo
Viernes después de cuaresma
Is 58. 1-9 No te cierres a tu propia carne
En la carne de la humanidad que sufre está mi propia carne. En la carne dolorida del mundo, cuánto dolor, cuánta injusticia, cuánta sin razón, cuánta violencia, cuánta invasión, cuánta indignidad, está tu carne llamándome a ser prójimo verdadero.
