Tu morada

3 de diciembre
Martes I de adviento

Is 11, 1-10 Será gloriosa su morada

La utopía creadora de Isaías once, tan en mi corazón, termina con la gloria de tu morada. A la que aspiro. Ahí quiero poner mi esperanza. No en tantas tonterías que me distraen en el día a día, que me enganchan, que me tienen atrapado en las redes de mi propia malignidad, de mi propi o ego….pongo mi esperanza en tu armonía universal, en la paz que me ofreces, en la unión de todo en ti, el libertador. ¡Ven, Señor Jesús!