tu luz

2 de diciembre
Lunes I de adviento

Is 2, 1-5 Caminemos a la luz del Señor

Me engancho con el final de la lectura de Isaías, y allí hayo reposo, consuelo, alimento, refugio, petición para la oración. Gusto internamente de tu palabra, que es luz, que abre mis espesuras, que ilumina mis oscuridades, aunque yo no me de cuenta. Caminemos a la luz del Señor. ¡Ven, Señor Jesús!