8 de octubre
Martes XXVII
Lc 10, 38-42 Andas inquieta y preocupada por muchas coas, solo una es la necesaria
Ese ir y venir desenfrenado, ese no parar, esa inquietud, esa preocupación, por muy santa que digamos que es, por muy pastoral que la tiñamos, no deja de ser una manifestación de que el centro no le ponemos donde debe estar, en ti. Actuando frenéticamente, como galeotes voluntarios, rechazamos la mejor parte, y mantendremos el vacío sin colmar.